Estas sustancias tienen un efecto relajante sobre la musculatura lisa de las paredes de los vasos sanguíneos, lo que aumenta el flujo sanguíneo en el cuerpo, relajando las paredes del ano y la vagina (de ahí que se asocie su uso a contextos sexuales).

Estos efectos pueden venir acompañados de dolor de cabeza, mareos, náuseas y taquicardia. También producen enrojecimiento de la cara y el cuello.

Los efectos sobre el cerebro y la conducta son estimulantes, produciendo una sensación de subidón, euforia y desinhibición.

Estos efectos tardan unos segundos en sentirse y suelen durar pocos segundos o minutos.

Es una sustancia que genera tolerancia y, debido a la rapidez de sus efectos y a su volatilidad, existe el riesgo de sobredosis.

En contacto con la piel, puede ocasionar quemaduras. Su uso puede ocasionar pérdida de visión por afectación de la retina, falta de oxígeno y anemia.