Depende de si su consumo está motivado por un tratamiento médico o no, de las circunstancias en las que se tome y de cuánto se prolongue su uso. Siempre que se consumen psicofármacos sin supervisión médica, los riesgos son mayores, tanto de seguir consumiendo como de sufrir efectos adversos por desconocimiento de los efectos secundarios.

Como cualquier tratamiento médico, los psicofármacos pueden tener efectos secundarios. Es importante conocerlos y respetarlos para evitar riesgos relacionados con la conducción, accidentes laborales, falta de atención sobre menores u otros accidentes.

Además, hay que añadir la posibilidad de desarrollar una dependencia. Por este motivo se recomienda que se usen puntualmente y, aun en un contexto médico, que no se prolongue más allá de unas cuantas semanas. Tomar psicofármacos por tu cuenta acentúa el riesgo de generar tolerancia y dependencia.

El fácil acceso de estas sustancias y la idea de que no son perjudiciales son factores de riesgo que hay que tener en cuenta a la hora de decidir consumir sin supervisión médica. Estos medicamentos pueden ayudar a dormir o a encontrarse mejor, pero es necesario hacer uso de ellos con un control profesional y como complemento a otras estrategias de afrontamiento de problemas.

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