A veces sí. Y no porqué no pueda ir sola; si iba a comprar las drogas o a consumirlas sola, también podrá espabilarse para ir al centro que le toca. Sino porque quizás le cueste, le dé vergüenza o simplemente prefiera sentirse apoyada por personas importantes para ella: pareja, amigos, amigas, familia, etc.

En cualquier caso, recomiendan que nosotros ayudemos y demos apoyo pero no sustituyamos lo que le toca hacer a ella. Podemos buscar el teléfono pero mejor que llame ella. Podemos acompañarla pero mejor que no la forcemos a ir. Podemos aportar alguna información en una visita pero tendrá que ser ella la que sea protagonista de la entrevista.

En otras ocasiones la persona agradecerá más que le acompañemos en otros espacios o situaciones relacionadas con su proceso. Quizás tenga más dificultades para encontrar amigos con los que tomar algo sin que tenga que ser necesariamente alcohol, para salir a sitios que no tengan nada que ver con el consumo (hacer una excursión por la montaña, ir al cine…), o simplemente para estar a gusto y olvidarse de la vida de antes. Y en todo esto también podemos tener un papel importante.