El sexting se refiere al envío de contenido de tipo sexual, ya sea por mensaje, vídeo o fotografía. Normalmente, quien envía el mensaje es la misma persona que aparece en el vídeo o quien fotografía a otras personas por medio del teléfono móvil en mensajes.

Esta práctica está asociada a diferentes riesgos, como:

Exposición a acosadores o chantajes: existe el riesgo de que se realicen chantajes con el objetivo de amedrentar a la persona con difundir el contenido sexual (sextorsión). Existe un término relacionado con esto que se llama Grooming y que describe el chantaje que realiza un adulto (normalmente hacia un joven) con el objetivo de ganarse su confianza para así conseguir contenido sexual.

Ciberbullying: riesgo de que se produzca bullying por internet a causa del contenido de los mensajes sexuales. Además del que se puede producir durante el chantaje.

Delitos: la persona que envía el contenido sexual está protegida por diferentes leyes, por lo que la persona que difunde las imágenes/vídeos cargaría con delitos como el de revelación de secreto.

Riesgos psicológicos: la persona que sufre el ciberbullying, acoso o chantaje puede estar en riesgo de padecer ansiedad, depresión o traumas, lo que puede generar un aumento en el riesgo de suicidios.

Sexpreading: consiste en difundir fotos con contenido sexual de otras personas sin su consentimiento y esto constituye un delito.

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