Los videojuegos tienen aspectos positivos. Mejoran la coordinación visual y motora, el rendimiento, la velocidad y la precisión para realizar actividades diarias, incentivan la creatividad, ayudan en la resolución de problemas y facilitan otras formas de socialización (por ejemplo, jugando en familia).

No todo es diversión: los videojuegos tienen riesgo

Los riesgos asociados a los videojuegos pueden variar según el género, aunque muchos son compartidos por hombres y mujeres. En el caso de los hombres, el uso excesivo y la búsqueda de competitividad puede llevarlos a pasar muchas horas frente a la pantalla, afectando su rendimiento académico y su bienestar físico y mental. Además, el consumo de juegos violentos puede estar relacionado con una mayor irritabilidad o agresividad en algunas personas, aunque esto depende de múltiples factores personales y no debe asumirse como una regla general. Por su parte, las mujeres también enfrentan riesgos, especialmente cuando participan en comunidades de juego en línea donde aún persisten estereotipos y situaciones de acoso o discriminación, lo que puede generar estrés, ansiedad o incluso alejarlas de espacios que deberían ser inclusivos. Asimismo, tanto hombres como mujeres pueden experimentar un aislamiento social si se centran demasiado en el juego y descuidan actividades importantes como el estudio, el descanso o la convivencia familiar y amistosa. Otro aspecto a considerar es la presencia de compras dentro del juego y las llamadas loot boxes, donde se adquieren objetos o mejoras virtuales a cambio de dinero real. Estos mecanismos pueden incentivar un gasto excesivo y crear dinámicas de azar similares a las apuestas, generando en algunas personas comportamientos compulsivos o problemas económicos. Es fundamental que cualquier persona aprenda a manejar el tiempo de juego y busque un equilibrio que permita disfrutar de los videojuegos sin poner en riesgo su salud o sus relaciones personales.

También tienen sus riesgos y problemas, como:

  • Dedicar excesivo tiempo a su uso.
  • Ante circunstancias estresantes de la vida pueden llegar a usarse como vía de evasión, generando aislamiento y causando repercusiones negativas sociales o académicas.
  • Dificultad para delimitar el tiempo de juego.
  • En algunos juegos requieren gastar dinero real.
  • El tono violento de algunos videojuegos de acción o terror es inadecuado para determinadas edades y/o personalidades.
  • Efecto Tetris, algunos usuarios fantasean con las acciones vividas en los juegos.
  • El uso muy intensivo de mandos o joysticks puede causar tendinitis de mano y muñeca (se ha descrito el Pulgar de Playstation o síndrome del túnel carpiano)

TuPunto te recomienda:

  1. Controlar el tiempo de juego
  • Establece un horario o límite diario de horas para jugar, evitando que interfiera con estudios, descanso o relaciones personales.
  • Si notas que no puedes respetar tus propios límites, habla con un profesional o con personas de confianza para recibir orientación.
  1. Equilibrar la competitividad
  • Si disfrutas mucho de juegos competitivos (algo más común en hombres, aunque no exclusivo), es importante no obsesionarse con ganar. Aprende a gestionar la frustración y valora también la diversión y el aprendizaje.
  • En juegos de equipo, respeta el rol de cada integrante y practica la comunicación asertiva para evitar discusiones innecesarias.
  1. Buscar entornos de juego inclusivos
  • Para las mujeres (y cualquier persona) que puedan sentir discriminación o acoso, es esencial encontrar comunidades donde prime el respeto y la convivencia sana.
  • Fomenta actitudes de tolerancia y colaboración, denunciando actitudes tóxicas si se presentan.
  1. Evitar el aislamiento
  • Combina tus horas de videojuegos con otras actividades, como ejercicio, quedadas con amigos o tiempo en familia.
  • En el caso de los juegos en línea, aprovecha la oportunidad de conocer gente nueva, pero mantén un equilibrio entre tus relaciones digitales y presenciales.
  1. Explorar diferentes géneros de videojuegos
  • Si siempre has jugado a lo mismo (por ejemplo, acción o shooters), considera probar juegos de estrategia, puzles o narrativos para ejercitar otras habilidades y descubrir nuevos gustos.
  • Para las mujeres que prefieran títulos más creativos o colaborativos, no duden en explorar otras opciones (incluidos los competitivos) si sienten curiosidad.
  1. Practicar un autocuidado integral
  • Haz pausas cada cierto tiempo para descansar la vista y estirar el cuerpo.
  • No descuides tus horas de sueño y tu alimentación, ya que el cansancio o la mala nutrición pueden afectar tu rendimiento tanto dentro como fuera del juego.
  1. Buscar ayuda profesional si es necesario
  • Si crees que pasas demasiado tiempo jugando, afectando tu rendimiento académico, trabajo o relaciones personales, acude a un especialista en salud mental para valorar la situación.
  • Para mujeres que se sientan hostigadas en espacios de juego, existen asociaciones y colectivos que ofrecen apoyo, así como servicios psicológicos y de asesoría que pueden ayudar a manejar la ansiedad o el estrés.

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